Luna nueva

Si me preguntan en qué etapa de la vida estoy, diría en luna nueva, no se me ocurre mejor descripción que esa. Estoy a pocos días de cumplir 30 y aunque en algún momento llegar a esta década me hacia tragar saliva con dificultad, ahora la espero con emoción. Creo firmemente en la vida como una escuela que prepara nuestro camino, forja nuestro espíritu, moldea nuestro carácter y nos da las oportunidades para crecer.

Haciendo un repaso de lo que he vivido y valoro, puedo decir que ahora disfruto el café sin azúcar, tomó té una vez al día, como frutas por convicción, he viajado con los amores de mi vida, me hice mi primer tatuaje, emprendí mi negocio, encontré en el yoga el complemento perfecto para mi cuerpo y espíritu, entendí que se sigue amando más allá de la muerte,  descubrí en los libros y la música el escape perfecto, acepté mi cuerpo con sus perfectas imperfecciones, empecé la lucha para ser lo que soy con la mayor plenitud posible (…y continuo),  perdí el miedo a ser autodidacta, reduje mi círculo de amigos, descubrí que ir al cine sola no es lo peor y muchas cosas más…

La energía de la luna nueva es la de comienzos, abrir puertas y  aprovechar nuevas oportunidades y es precisamente con esta energía con la que recibo los 30, saliendo de mi zona de confort, viajando sola, teniendo fe en las personas, comprendiendo que somos energía, siendo consciente de la frecuencia en la que vibro, disfrutando mis silencios, apreciando mis virtudes, diciendo no, poniendo atención a mis pensamientos y recordando que la luna renueva su ciclo cada 28 días, como yo, es decir que siempre hay momentos para dejar ir y comenzar.